Perder un pantalón le puede costar 54 millones de dólares

Tres jueces del tribunal de apelaciones tienen que tomar una decisión de aquí a entre "dos y cuatro meses", detalló Christopher Manning, abogado de los dueños de la tintorería, Jin y Soo Chung, de Corea del Sur.
Roy Pearson, un abogado nombrado juez administrativo en mayo de 2005, cuando ocurrieron los hechos, pero que desde entonces perdió su puesto, había visto rechazada su demanda en primera instancia ante un tribunal local, en junio de 2007.
Pearson estima que el cartel con la insignia ’Satisfacción garantizada’, que figura en la puerta del local, es una publicidad engañosa y reclama 1.500 dólares por cada día en que los tintoreros ostentaron la insignia.
Cuando el demandante fue a retirar su pantalón, aseguró que el que le mostraron no era el suyo y pidió entonces 1.000 dólares en compensaciones, el precio del traje completo. Pero la señora Chung se negó, convencida de que el pantalón efectivamente era el de Pearson.
"Para él (Pearson), el hecho de poner un cartel que diga ’Satisfacción garantizada’ es una garantía incondicional e ilimitada", declaró Manning. "Declaramos que una persona razonable no creería que un cartel con ’Satisfacción garantizada’ significaría lo que Pearson asegura que significa".
Si Pearson pierde su apelación, el caso, que lleva rondando tres años y medio, quedará prácticamente cerrado, con recursos muy limitados para conseguir lo que propone el demandante. Si convence a los jueces, será reenviado a un tribunal competente para ser juzgado otra vez.
Manning recordó que los Chung habían tenido que desprenderse de dos de sus tres negocios y que estaban "dispuestos a dejar esta historia en el pasado".
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